La aerotermia y la mejora de eficiencia energética en tu vivienda

LA AEROTERMIA Y LA MEJORA DE EFICIENCIA ENERGÉTICA EN TU VIVIENDA

Tanto el concepto de eficiencia energética, como los distintos indicadores que se evalúan en un certificado energético, los definimos en nuestro anterior artículo sobre la influencia de las instalaciones fotovoltaicas en la eficiencia de nuestra vivienda.

Para situarnos, recordamos que la eficiencia energética de un edificio es el consumo de energía del mismo, que se estima necesario para satisfacer su demanda energética, en unas condiciones normalizadas de funcionamiento y ocupación, y se evalúa a través de los indicadores de consumo de energía primaria no renovable y de las emisiones de dióxido de carbono.

La energía aerotérmica es la energía térmica que una bomba de calor extrae del aire ambiente. La aerotermia recoge, a través del ciclo termodinámico, la energía del aire mediante una unidad exterior, y la transforma en energía calorífica para ser utilizada para calefacción y ACS. Estos sistemas están diseñados para aportar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante todo el año con un potencial muy alto, tratándose de equipos eléctricos tan eficientes que llegan a hacer considerar este tipo de energía como renovable. Vamos a ver la influencia de este tipo de instalaciones en la eficiencia energética de una vivienda a través de un ejemplo.

El ejemplo trata de una vivienda unifamiliar, de 100 m2, construida en el año 2010, en el concejo de Noreña (Asturias), zona climática D1. La vivienda cuenta con una caldera de condensación con gas natural como combustible para la satisfacción de la demanda de calefacción y para la producción del agua caliente sanitaria. Su calificación energética, previa a la instalación de la aerotermia que veremos a continuación, era un “E” como se muestra:

En este caso concreto, la instalación de una bomba de calor aire-agua de 9 kW se ha diseñado para satisfacer todas las necesidades de la vivienda, desde refrigeración y calefacción, hasta el agua caliente sanitaria, mejorando la calificación energética a una “B” si nos referimos al consumo de energía primaria no renovable, y a una “A” si nos centramos en las emisiones de dióxido de carbono, como se muestra a continuación.

Para comprender ambos indicadores, como ya comentábamos al principio de este artículo, podéis consultar el que tenemos dedicado a la influencia de las instalaciones fotovoltaicas en la eficiencia de nuestra vivienda.

En esta ocasión, además, nuestro cliente tuvo derecho a las deducciones en el IRPF, que explicamos en otro artículo, al conseguir un ahorro en la energía primaria no renovable total del 73,1 %, puesto que, además de la aerotermia, instaló ocho paneles solares fotovoltaicos para la generación de la electricidad necesaria para abastecerla, el tándem perfecto para reducir la factura eléctrica, y amortizar así más rápidamente la inversión. Solamente con la aerotermia, el ahorro de la eficiencia energética hubiera sido del 38,7 %, muy considerable igualmente, si además tenemos en cuenta que se desinstalaron unos paneles solares térmicos para la contribución de ACS, con el fin de hacer hueco en el tejado para la instalación de los fotovoltaicos.

Disponer de una aerotermia en casa para satisfacer tus demandas de calefacción, refrigeración y agua caliente supone numerosas ventajas:

  • Se trata de una energía limpia y segura.
  • Te proporciona calefacción, refrigeración y agua caliente en un solo equipo.
  • Son instalaciones normalmente sencillas.
  • Los costes de mantenimiento son muy reducidos.

Sin embargo, la más destacable es su alta eficiencia y rendimiento. Obtiene la mayor parte de la energía del aire y solo una pequeña fracción de la electricidad. Vamos a comparar la calificación energética que obtendría esta misma vivienda si contara con energía puramente eléctrica (arriba en la siguiente imagen) para satisfacer sus demandas de agua caliente y calefacción, frente a la que ha obtenido con la instalación de la aerotermia comentada (abajo en la imagen), obviando la instalación de los paneles fotovoltaicos.


En cuanto a lo que el consumo de energía primaria no renovable se refiere, en el supuesto de satisfacer las demandas con energía puramente eléctrica convencional, la vivienda estaría teniendo un consumo de 33.680 kWh anuales, frente a los 13.900 kWh/año que consume con la aerotermia instalada en nuestro ejemplo.

Pero, ¿qué es esto de energía primaria? La energía primaria representa toda la energía disponible en los recursos naturales antes de ser transformada y transportada para que podamos disponer de ella en nuestras viviendas como energía final.

Teniendo en cuenta que el resultado del certificado energético cuantifica solamente la energía primaria no renovable, para obtener el consumo de energía total es necesario extrapolar los resultados, a partir de las demandas de calefacción y ACS y de los rendimientos de los equipos empleados para satisfacerlas, así como, los correspondientes factores de conversión de energía.

Por tanto, estaríamos hablando de, aproximadamente, 16.600 y 7.100 kWh/año, de energía final, respectivamente. ¿Significa esto que, por ejemplo con energía eléctrica convencional, para satisfacer las demandas de la vivienda tendríamos que gastarnos cerca de 3.500 € al año (a un coste aproximado de 0,20 € el kWh)? Para nada. Como bien se explica en el documento de resolución de Preguntas frecuentes sobre la Herramienta Unificada Lider-Calener (HULC) de la página oficial del Código Técnico de la Edificación: “El resultado del certificado energético es una estimación mediante procesos matemáticos de unos valores totales energéticos de la vivienda o edificio del consumo energético global estimado de energía primaria no renovable en kWh/m2 año y de emisiones de dióxido de carbono en kgCO2/m2 año teniendo en cuenta las fuentes de energía más comunes. Adicionalmente en certificación energética se utilizan condiciones de uso del edificio y condiciones climáticas externas normalizadas, que no coinciden con el uso y el clima real al que está sometido el inmueble. Estos valores no se corresponden con las facturas energéticas al consumidor final porque en éstas se refleja el consumo de energía final real incluyendo además elementos que no se tienen en cuenta en la certificación energética como el consumo de los electrodomésticos o la iluminación en los edificios residenciales.”

Sin embargo, lo que sí nos dice un certificado energético es qué tan eficiente es una vivienda respecto de otra, y es aquí donde podemos comprobar que el consumo de nuestro caso de estudio se reduce a más de la mitad con la instalación de la aerotermia en lugar de energía eléctrica convencional, demostrando la eficiencia de estos equipos al compararlos con otras alternativas basadas en la misma fuente de energía.

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Sin embargo, a pesar de todas las ventajas que la aerotermia tiene por sí sola, si además instalamos paneles solares fotovoltaicos para generar la energía eléctrica que ésta necesita, sería la combinación perfecta para reducir la factura de la luz y ser lo más autosuficientes posible.

Una instalación media de ocho paneles de 450 Wp, es decir, 3,6 kWp de instalación, en el ejemplo anterior estudiado para la aerotermia, producirían unos 4.027 kWh/año orientados al sureste y con una inclinación de 25o. Esto supondría 4.027 kWh de energía final, que se traducen en un ahorro de 7.868 kWh de energía primaria no renovable frente al caso de que estos se abastecieran con energía eléctrica convencional en lugar de con los paneles solares. ¿Recuerdas que en este supuesto hablábamos de que, en caso de que el resultado del certificado energético se pudiera asemejar a la realidad, el coste anual de abastecer energéticamente esta vivienda supondría unos 3.500 €? Con la instalación de la aerotermia y los paneles solares, ¡esto habría quedado reducido a poco más de 600 € al año!

Como comentamos anteriormente, estos valores no se corresponden con las facturas energéticas al consumidor final porque en éstas se refleja el consumo de energía final real, pero supone un importantísimo ahorro, ¿verdad?

Para más información sobre instalaciones fotovoltaicas y la eficiencia energética podéis consultar nuestro artículo sobre la influencia de las instalaciones fotovoltaicas en la eficiencia de nuestra vivienda.

Como se ha mencionado al principio del artículo, y por la consecución de un ahorro de más del 30% en el consumo de energía primaria no renovable, demostrable mediante un certificado energético anterior a la instalación y otro posterior a la realización de la misma, o bien tras la mejora de una calificación “A” o “B”, se tiene también derecho a una deducción en el IRPF del 40% de la inversión (con un máximo de 7.500 €). Esta deducción es aplicable a las cantidades satisfechas entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2023 y lo explicamos en detalle en nuestro artículo dedicado a las deducciones en el IRPF por la mejora de la eficiencia energética.

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Por todo lo visto anteriormente, y puesto que la aerotermia es ideal tanto para calentar nuestra vivienda en invierno o refrigerarla en verano sumada a la mayor producción anual de unos paneles solares, y la incertidumbre entorno a la electricidad y el gas natural, es el momento de que te unas a los miles de consumidores que ya han dado el paso. Si tienes alguna duda o estás interesado, podemos asesorarte, no dudes en contactarnos.

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